sábado, 14 de marzo de 2009

La Caleta Vidal

Intro
Creo que la parte mas divertida de tu vida transcurre en la niñez, cuando ves las cosas tan simples, tan fáciles, tan posibles, tan cercana es la realidad a los sueños, que es ahí, en esos lindos recuerdos donde te das cuenta que tan importante fue tu familia (me refiero a todos, completamente a todos), familia de sangre, familia de familias, amigos, conocidos, aquellas grandes personas que ocupan con cariño un lugar en tu corazón, todos los que a lo largo de tu niñez contribuyeron a cumplir todos y cada uno de tus sueños.

Esta historia es una de las más necesarias, porque es aquí donde quiero agradecer a muchas personas y familiares que he dejado de lado por mi tonta actitud solitaria y mi desesperante ingratitud, por no valorar y saber distribuir las prioridades de mi vida en mi corto tiempo. Todas estas personas son y serán las que marcaron todos los rumbos de mi vida. Y a las que siempre recordaré en todas mis historias.

La caleta Vidal
Hace muchos años, cuando nunca escuché hablar de crisis, de problemas económicos, como ahora a esta edad que suele ser un tema común y realmente cansador; hace muchos años, paradójicamente fue la etapa más crítica del país, época realmente dificil donde los problemas profundos de la crisis -que hasta ahora se habla- adoptaron formas desesperadas y aterradoras, fue la época del terrorismo. Hace muchos años los abuelos de la familia, inteligentemente construyeron sus casas de playa al norte de Lima en el km 180, en un hermoso lugar llamado "La caleta vidal".

Recuerdo como esperaba con ansias el verano y a mi querida tía Lucrecia para que nos lleven a la Caleta Vidal (porque mis papás por trabajo casi nunca podían ir), una playa alejada totalmente de la pomposidad, masificación y urbanización de las playas de ahora, en especial las del sur. Una playa donde podías perderte caminando por sus vacías orillas, un lugar donde podías sentirte conquistador y conquistado. Una caleta de pescadores con un mar frio, fresco y tranquilo, donde encontrabas una pequeña bahía de pescadores, muelles singulares, un riachuelo al fondo, atrapada entre cerros donde hace miles de años habitó la cultura Caral (una de las más antiguas de América del Sur), con una pequeña plaza, dos tiendas realmente informales y el pequeño pueblo donde vivían pescadores y campesinos, todo esto con la modernidad que traían las costrucciones de veraneantes, todos en su mayoría limeños que tomaron las zonas frente al mar.


Era un sueño hecho realidad, una playa única donde realmente desarrollé los mejores lazos de familia, es ahí donde conocí el poder, el valor y reconocimiento de la familia Gonzales, eran tiempos mozos, tiempos aquellos donde la familia podía darse el lujo de pasar meses enteros sin pisar un banco, sin hablar de trabajo, de dinero -era una etapa perfecta, todos construyeron sus casas en un mismo bloque, en ese entonces las mas cercanas al mar- los ahora abuelos encontraron el mejor de sus momentos, mis tios y tias hacían y deshacían, organizaban fiestas, reuniones, todo era un reencuentro sincero, todo era como una guardería para todas las generaciones, se encontraban en un sitio tan tranquilo que uno podía pasear, jugar, divertirse, de tal forma que el día y la noche eran lo mismo, uno podía darse el lujo de decir en que casa y con que primos dormir, eran tiempos realmente dichosos.

No me olvidaré cuando llegabamos con mi querida tia Lucre luego de esas dos horas y media de viaje desde Lima, siempre eramos los segundos en llegar porque mi otra tía Maricucha, no se como hacia para estar ahí mucho antes que nosotros, en esos momentos que te morías de ganas de salir, de pasear, pero te tocaba esperar con ansías jugando con los pueblerinos y los pescadores en la pequeña plaza hasta que lleguen tus primos, tus tios y todos tus amigos para organizarnos y empezar a vivir ese verano. Era muy dificil decidir que hacer porque había un sinfin de actividades eran esos veranos largos que se pasaban como se pasa la vida, sielnciosa rápidamente y sin avisarte.


Para no extender mucho la historia, sin entrar en detalles vagos mencionaré las principales actividades que soliamos hacer:

Achicharrarnos en la playa, jugando a creernos grandes surfistas, corretear y atrapar cangrejos, pasear con los pescadores en sus pequeñas lanchas, llorar y rogarle a los chicos que alquilaban caballos para que nos monten atrás, escuchar en el muelle a los pescadores sus historias de demonios y sirenas, recorrer creyéndonos arqueólogos los cerros huaqueando con mi loca prima Melissa y los improvisados osados que caían a nuestra tribu, escuchar las historias de grandeza de mis tios, en especial las bromas y mañoserías de mi tia Maricucha, salir temprano con mis tios a cazar langostas en el riachuelo que desembocaba al mar, saltar al arenal desde el segundo piso a medio construir de las casas al lado de la acequía, desenterrar la puerta y ventanas de la casa de la supuesta bruja que fue tapada sospechosamente por la arena, jugar fulbito o voley con los chicos del pueblo, escuchar las historias del cojo Pepe, de los seres mitologicos que cuidaban las huacas, ufff mil historias todas tan divertidas e interesantes, pero la actividad que mas recuerdo y a modo de ritual es la que siempre hacía al principio y al final del verano, me iba solo al tercer cerro a las espaldas de nuestras casa en lo alto, un lugar donde supuestamente hubo una fabrica de haria, en una parte que estaba llena de piedritas de mar de colores alucinantes, recuerdo que solía coleccionar muchas y las traía a mi casa de Lima donde siempre las terminaban botando, lo que más recuerdo eran las largas horas que pasaba ahi viendo el bello paisaje desde lo alto, a la gente como hormigas dispersas por
la orilla, las lanchas en el medio del océano, el ocaso infinito de la línea del mar, todo el pueblo en movimiento, el paisaje se ponía mas completo en la tarde, siempre me quedaba hasta ver el sunset, cual postal perfecta y luego bajaba con los sentimientos encontrados de pensar que tendré que esperar el verano del siguiente año para regresar a ese mágico sitio, me iba a bañar para luego salir a seguir jugando.


Para mi fue un época muy especial (me sonrojo al contarlo jaja) porque es ahí donde aprendí a besar, jugando la famosa botella borracha con mis primas, primos, amigas y amigos, es ahí donde aprendí a tomar mis primeras dosis de alcohol, gracias a las cuantiosas propinas que me daba mi tío Lino para que tome un vasito de Whisky con él mientras esperaba a sus compadres en la terraza de su casa -en ese tiempo era realmente cruel lo que me hacía beber, más bien ahora extraño esas invitaciones- luego a esa corta edad tuve mi primera borrachera, cuidando a las alcóholicas de mi hermana, mi prima Meli y su amiga Venecia, recuerdo que me acabé todo ese horrendo "Pisco El Conde". Es en esa etapa donde fumé mi primer huirito con mi querido y loco primo Maik -que me dijo una frase que hasta ahora uso y pienso: primo haz lo que quieras en la vida, pero piensa que todo en exceso hace daño- todo era nuevo y casi un tabú para nosotros los mas chicos, luego ampayé a varios de mis tíos prendiendose los suyos caletamente, creo que ahi tuve mi primera pelea (con ring y público) con el pobre lobo (un pequeño pescador, muy buena persona), ni sé porque nos peleamos.

Todos esos recuerdos estan muy presentes como si no fuesen tantos años los que pasaron. Y lo más importante es que así pasen los años, siempre tengo las mismas ganas de regresar, aunque tristemente los tiempos cambiaron, nadie de mi familia conserva sus casas, aunque mucha gente emigró a otros países e hizo de sus preferidas a otras playas, aunque este completamente seguro que ya no reconoceré esas nuevas caras, ni me internaré en esas nuevas historias, siento que ese lugar tiene muchas cosas que contarme y hacerme recordar.
Espero estar pronto en ese sitio que marcó mi vida, espero pronto estar sentado en ese mismo cúmulo de piedritas de colores, en ese tercer cerro atrás de nuestras casas en lo alto viendo, como en antaño, con nostalgía y mucha tristeza el contraste entre ese hermoso paisaje al atardecer y a mi familia y amigos acomodando las cosas en sus carros y camionetas para regresar a la cruda realidad, dejando atrás todos esos cuentos e historias que vivimos en este lugar en común.




Me encantaría en realidad (un poco utópico) recoger otros testimonios y comentarios de gente que intrínsecamente mencionó en esta historia, no saben la alegría que tendría si alguién perteneciente a esta historia revive esos buenos momentos gracias a mi humilde narración. Buscaré en el baúl a ver si encuentro una buena foto para colgar.

Antes de despedirme e ir a descansar voy a desarrollar la dificil tarea mental de mencionar a todas aquellas personas que en esta historia recordé con mucho cariño, (ojo que mi mente ya no da para tanto, así que si en algún momento alguién se vio afectado por no salir, les pido mil disculpas)


Gracias...

Celina, Lucrecia, Lino, Clara, Arnoldo, Reynaldo, Carmela, Maricucha, Jesús, Manolo, Elí, Arturo, Rocío, Marietta, Lalo, Lucho, Marisol, Marcelo, Melissa, Vanessa, Christian, José, Roberto, Alex, Renato, Regina, Natalia, Miki, Venecia, Vanesa, Berenica, Carla, Pepe, Diego, Coco, Valentina, Iván, Liseo, Lidia, Yatón, Lobo, María, el mudo, Koky, César, Danitza, Brenda, Alico, Lila, Melisa, Beto, Iván, y todos los demás.

Les adjunto una canción muy buena que les puede acompañar en la lectura.




martes, 10 de marzo de 2009

Tributo a Jim Morrison


Hace poco estuve en el cementerio de Pere Lachaise un lugar hermoso, gotiko, inspirador, escondido, muy especial, estuve muchas horas escribiendo y escuchando a los cuervos cantar ceremoniosamente, antes de despedirme fui con un grupo de fans a rendir un pequeño homenaje a Jim Morrison. No encontre mejor forma de hacerlo que subir este video a mi blog.


Espero les guste.








lunes, 9 de marzo de 2009

Hasta mañana abuelita

Ayer volví a mi casa, todo fue tan extraño, sentí mucha nostalgia y melancolía de ver y sentir desde el aroma del viejo parque donde jugaba con mis vecinos hasta el silencio de las calles vacias donde muchas noches camine sin rumbo sin ganas de regresar a casa, esta vez era diferente, tenía muchas emociones encontradas y mucha alegría de volver a instalarme con mi familia, todos los seres queridos que abandoné muchas veces en mis locas travesías y viajes.

El regreso fue inesperado porque sabía que mis padres y mi pequeña hermana habían viajado todo el fin de semana. Solo estaba mi linda abuela y mi nana, dos personas muy especiales que marcaron grandes etapas en mi vida, muchas veces ambas mujeres se batieron en sus deberes para cuidarme y educarme como mi propia madre.

Luego de dejar todos mis paquetes, maletas y cajas fui directamente al cuarto a hablar con mi abuelita, una mujer increíble, mientras mi adorable nana me preparaba una comidita. Al verla me entró tanta nostalgia de ver la alegría y emoción en su tierna mirada, que se me escaparon muchas lagrimas, como cuando ves alguién que creías que no volverías a ver porque tu viaje lamentablemente emprendió otro rumbo, tal vez porque llegaría demasiado tarde, o tal vez porque sentía con rabia que esa mujer acabada en sus años mozos dio tanto por nosotros que nunca jamás con todo lo que hice y haga podré retribuirle tanto amor, tanta dedicación y tantas enseñanzas de vida a esta noble persona, igual me sentí que habia llegado tarde y la abrace como nunca, senti su emoción, su alegría y le dije: abuelita no sabes cuanto te he extrañado, asi que he venido a quedarme y verte en cada momento. Ella sonrió con una franqueza y cariño indescriptibles y luego tuvimos unas largas y divinas conversaciones. Me contó sobre los últimos libros que acababa de leer, que me los había guardado hace tiempo, me contó de como extraña a sus nietos, Sebastian y Esteban que viven con mis tios en Sydney, me contó sobre la vida y la muerte, sobre sus sueños, sus miedos y tristezas. Cada historia y palabra que decía, notaba un esfuerzo considerable entre la mente y su cuerpo que me golpeaban fuertemente, pero tenía tantas ansías de hablar conmigo que entendí que todas esas palabras tenía que decirlas ese preciso momento, tal vez jamas vuelva a escucharla tantas horas, pero estoy seguro que esas palabras aquella noche entraron en mi alma, y mi corazón me dijo que cada instante que pasé en esa casa lo voy a dedicar para aprender y entender todas las cosas que ella quiere compartirlas con quienes ama, que dejarlas en el viento.

Esa noche aprendí que no necesitas regalar nada más que una sonrisa franca y sincera, mucha paciencia y tiempo para pasar un momento inolvidable.

Gracias querida abuelita, hasta mañana. Te quiero demasiado.

lunes, 2 de marzo de 2009

Tres historias para una canción

Intro

Corría el año 97 cuando Jorge Villamizar escribió esta canción, basada en uno de sus primeros grandes amores. Tan fuerte fue aquella inspiración y el maravilloso don de este compositor para plasmarla en música; que gracias a las lindas oportunidades de la vida este testimonio vio la luz y llego a todos los oyentes en el año 2000, cuando Bacilos presentó oficialmente su primer álbum, el tema se llama "Tabaco y Chanel" y es hasta la fecha una canción que traspaso mas fronteras que las que en un inició el mismo escritor pudo creer. Lo mas interesante es como esta experiencia propia llegó al resto convertida en una dulce melodía que estoy seguro generó muchas historias mas, como la que me ocurrió y se las quiero contar.

Siempre he pensado que la música es parte innata de mi cuerpo porque genera sensaciones muy fuertes que marcan el desarrollo de mis acciones, no consideró que tenga un género definido porque depende mucho de las situaciones, circunstancias y estados de ánimo en las que uno se encuentra para asimilar las melodías que realmente quieres escuchar y entender. Lo que si creo y estoy seguro que las canciones por más antiguas que sean que marcaron un momento especial en mi vida las tengo siempre presentes y me ayudan a recordar esos momentos con mucha nostalgia.

Historia 1 - La linda Desi
Era muy joven y me encontraba un poco confundido, no entendía porque sentía la necesidad de enamorarme, esa inseguridad de no tener claras las ideas, me convirtieron en un personaje tímido, introvertido y muy ansioso de tratar de experimentar mas de lo que podía entender. Me acuerdo que en ese entonces tenía una linda amiga que se llamaba Shirley, una chica muy singular con la que siempre salíamos a beber y bailar un poco. Era divertido porque su grupo de amigas encajaba perfectamente con el mío, este grupo de chicas tenían siempre una agenda entretenida, así que salíamos por diferentes discotecas de Lima, es en una de esas salidas que ellas invitan a una nueva amiga, una chica muy guapa, divertida e interesante, obviamente me encantaba (es mas hasta ahora me gusta) esta sensación que despertaba en mi era igual para mis amigos, donde todos coincidan y esperaban el primer momento para aprovechar su oportunidad. Era intimidante para mí porque siempre que salíamos compartíamos muy buenas conversaciones, con bastante química, cosa que no pasaba entre ella y mis amigos. Poco a poco todos se dieron cuenta que me gustaba mas de lo que ellos(as) creían, me sentía muy extraño porque esa ansiedad que me caracteriza me fue absorbiendo y haciéndome sentir mas torpe e inseguro, cosa que no pasaba cuando salíamos a bailar, porque cambiaba completamente mi estado de animo y sentía que era mas directo podía mostrarme mas divertido. Una vez salimos con mis amigos, porque Shirley y sus amigas nos cancelaron, parece que estaban en una etapa que querían alejarse de los grupos en común y buscar nuevos candidatos, recuerdo que se volvieron tan asiduas de ciertos grupos de ese tiempo que dos de ellas habían conquistado a dos de estos chicos, la tercera, mi linda Desi tenia un affaire (o derepente algo mas, nunca lo supe) con uno de estos supuestos galanes de moda. Fuimos los chicos a bailar a una disco bien rumbera y luego de peinar bien la zona nos dimos con la sorpresa que las chicas estaban ahí solas, entonces decidí ignorarlas y convencí al resto para no acercarnos, así que compre unas chelas y los lleve al lobby a jugar un poco de billar, como para "empilarnos" y luego ir a bailar un poco por ahí. Bueno en el transcurso una de las chicas nos vio y se acerco con otra de ellas para saludarnos, Shirley y Desi se quedaron, preferían realmente evitarnos, las horas pasaron entre las cervezas, el baile y las canciones (realmente malas) me di cuenta que ellas estaban bien emparejadas con estos chicos de la banda, tanto no les duró la gracia porque estos chicos terminaban el show, cobraban, se divertían unos minutos con sus fans y luego seguían su recorrido para tocar en otros antros. Es ahí donde me desconecte del éxtasis y la diversión y me colgué muy mal. Estaba solo en la barra viendo como todo sucedía, mis amigos estaban muy bien acompañados y queridos. Así que me dio la angustia, tenía que hacer algo para no pasar la noche pegado en una barra, así que internamente me dije, ponen una buena canción y me lanzo al ruedo, ya había visto ciertas miradas pecaminosas, pero de chicas no muy agraciadas que digamos. La verdad que pasaron por lo menos 10 canciones que me gustaban, pero nunca me atreví a bailar, la verdad estaba buscando una chica muy linda porque sabía que mis ex amigas me iban a ver y me iban a alucinar mas de la cuenta. Ya con la disco casi vacía y muy aburrido y cansado me senté hasta que estos galifardos se decidan irse. Es en ese momento cuando hay menos gente, por ende menos bulla que el DJ mando su repertorio mas pachanguero y romántico, escuchando una de esas canciones sentí un abrazo, era la linda Desi (la vi mucho mas linda que nunca) que me saludo efusivamente y me sacó a bailar en medio de la vacía pista de baile. Solo se que me enamoré mas de ella ese momento y seguimos bailando sin parar como si no fuesen las 5 de la mañana, solo recuerdo que intercambiamos miles de miradas y caricias pero solo dos frases, yo le dije que me arreglo increíblemente una noche que ya la había dado por perdida y ella me dijo que hace tiempo estuvo esperando que yo la sacase a bailar. Es ahí cuando recuerdo y no voy a olvidar cuando me dijo: bailamos una canción mas me tengo que ir. Justo empezó la siguiente y si no me equivoco la ultima canción antes que bajen el volumen, era una canción perfecta para el momento, conocía un poco la melodía pero no había profundizado mucho en la letra, es cuando al ver sus bellos ojos negros y sus labios escuche como la cantaba, que me metió de lleno en la letra, no recuerdo mucho haber bailado tan compenetradamente. Así que esperé pacientemente que termine la canción, me acerqué suavemente y la bese, fue algo tan lindo e inocente, que me dejó trastornado el poco tiempo que quedó de la noche. Me fui más feliz que nunca, hice en una canción lo que no pude intentar ni siquiera en miles de reuniones. Me fui con la imagen de ese último baile, su aroma, sus ojos, sus labios, la melodía y la letra de esa canción fueron perfectos. Me ayudaron a crear una pequeña historia del fracaso de un gran amor la cual recuerdo hasta estos días con mucha pasión.

En especial la parte que dice:

…El color del final de la noche, me pregunta donde fui a parar? donde estas?
que esto solo se vive una vez,
donde fuiste a parar? donde estas?…

No se va no se olvida…

Historia 2 – Sonia Alejandra (la colombianita preciosa)
(En construcción)

…Me preguntan también las estrellas
Me reclaman que vuelva por ella
Pero fueron las mismas estrellas que un día
Marcaron mis manos
Y apartaron esa flor de mi vida…

Historia 3 – Penélope en Paris
(En construcción)

…Un olor a tabaco y chanel
Me recuerda el olor de su piel
Una mezcla de miel y café
Me recuerda el sabor de sus besos…

…Un rosa que no floreció
Pero el tiempo no la marchita
Una flor prometida a un amor
Que no fue, pero que sigue viva…